CLUB RECREATIVO APOLO (Azcuénaga, Buenos Aires, Argentina)

El día de hoy les presento un post especial. Tenía planeado subirlo hace tiempo, pero diversas cuestiones personales me lo impedían. Así que hoy no hay vueltas ni contratiempos, por lo que vamos a lo nuestro:
Era un domingo de esos nublados, de clima templado, en el que el frío y el calor se toman a mano para ir a la par y que la temperatura sea a ideal (a mi gusto), por lo que decidimos salir a pasear con mi flia. Luego de un sustancioso almuerzo, emprendimos viaje. El destino? Que lo decida el viento. En fin, agarramos a Ruta 5 y una vez allí, decidimos para donde arrancar y Cortinez (aclaro que lo pongo con Z porque a mi me gusta mas como queda, pero si van al pueblo en algunas partes dice Cortinez y en otras Cortines, así que queda a gusto, placer y encanto de cada uno) nos pareció un buen destino. Llegamos, recorrimos, parada obligada fuimos a la estación, tomamos algunas fotos y las ganas de seguir conociendo nos llevaron a seguir por aquel circuito de pueblos turísticos, así que llegamos a Carlos Keen y el recorrido fue el mismo, aunque ahí, había una gran feria artesanal y mucha gente, lo que le daba mas color al lugar, sin mencionar que el sol se había dejado ver entre las nubes haciendo que la puesta en escena sea todavía mas pintoresca. De allí seguimos hasta Villa Ruiz, donde compramos que comer para la hora de a merienda, el mate. Una vez hecho esto, la idea era partir para Azcuénaga, donde sabía que se encontraba el club del que les voy a hablar hoy, y meses atrás había hablado con su Presidente, quien amablemente dijo que me recibiría con una camiseta. El destino estaba decidido; cómo ir? eso lo descubririamos en camino. Ya que al ir por adentro, por calle de tierra y a falta de señalizaciones y un GPS, lo único que nos guiaba era el instinto... Instinto que nos falló ya que en vez de llegar a Azcuénaga, llegamos a Cucullú. De agrado fue mi sorpresa cuando supe que me encontraba ahí, porque hacia un tiempo atrás había hablado con una persona del pueblo para conseguir la camiseta del Club Atlético Cucullú. Por desgracia no pude localizarla y en el club nadie supo decirme como o con quién tenia que hablar para lograr conseguir una, aunque amablemente me invitaron a pasar a concer la cancha y las instalaciones y poder tomar unas fotos. Una vez hecho esto y ya con el sol que empezaba a esconderse por el horizonte, nos pusimos de nuevo en marcha para llegar a destino. Tras idas y vueltas, pudimos llegar. Me había comunicado con Facundo Busca (Presidente del club) para avisarle de mi presencia, pero no pude localizarlo. Al llegar a la sede, esta estaba en reformas por lo que tampoco tenía con quien hablar y la ilusión de llevarme la camiseta del club se empezaba a apagar. Pero no me iba a rendir tan fácil. Exactamente en frente, en la esquina de la calle se encuentra la Panadería "La Moderna", la cual se encontraba abierta y me decidí por entrar y preguntar. Grande fue mi sopresa al ver la amabilidad, el calor y la confianza con la que fui atendido por la señora (que lamento no haberle preguntado su nombre entonces) que atendía, que al contarle mi proyecto y a lo que me dedico, se comprometió al 100% para darme una mano. También me invitó tanto a mi como a mi flia, a conocer la panadería por dentro y el tan famoso horno de ladrillo de ni mas ni menos que mas de 130 años, en el que se hornean panes, pizzas, figazzas y en época de fiestas se organizan enormes polladas. En fin, tras idas y venidas e intentos fallidos en esta búsqueda camisetera, ella me dijo que el padre de Facundo se encontraba apenas a 1 cuadra y me dijo que hablase con él. Otra vez quedé soprendido al ver la confianza y la amistad con la que fui (tanto yo como mi familia) recibido por don Jorge Busca, que no solo me dijo que de Azcuénaga no me iba sin una camiseta sino que nos invitó hasta su casa donde me regaló esta hermosa pieza de colección e historia del club. También quería regalarme un libro sobre el pueblo y el club, pero no lo encontró. Y fue así, con el sol que ya se había ido a iuminar a parte oriental de la tierra, que volví a casa con las manos llenas y una muy gratificante y positiva experiencia.

Muy bien, ya los he introducido en lo que ha sido mi viaje. Ahora vamos a hablar del club en cuestión. Su nombre es Club Recreativo Apolo, que cuenta con 95 años de historia cumplidos hace apenas unos meses atrás, el 1 de Julio. Este club ha sido siempre el gran centro de atención del pueblo. Ya que es allí donde la gente se concentraba para realizar actividades sociales, bailes populares y también se lo usaba como centro de reunión. Grandes eran los espectáculos musicales que el Club Apolo (por aquel entonces llamado Club Recreativo Azcuénaga, que luego se fusionaría con el Apolo Football Club, para dar nombre y vida a la actual institución) brindaba para su gente, especialmente los de floklore y tango. Otra gran actividad fue en 1961, con la llegada del primer televisor. Se colocaban sillas a modo de platea en la pista de baile y la gente acudía a ver programas como "El club del Clan" y "Bonanza". Más tarde llegarían para quedarse el fútbol y las bochas (cuya cancha a dia de hoy cuenta con piso sintetico). Sin mencionar la gran pileta de natación semi olímpica  de 25x10 mts que se construyó en 1962 y se sigue disfrutando a día de hoy en la colonia de vacaciones que el club brinda para su gente. Cuenta con amplio bufét, parrilas, mesas al aire libre y el verde cesped que no se ausenta para cerrar una muy linda escena y un muy buen liugar para pasar esos calurosos dias de verano. No dejemos de lado el fútbol, que se practicó de manera oficial hasta los años 80 cuando hubo un parate hasta el 2012 que se volvió al ruedo profesional, participando en la Liga Local de Clubes de San Andrés de Giles. En ese lapso y a día de hoy también, el fútbol infantil fue y es gran protagonista, ya que los chicos pueden desempeñarse en el deporte y recrear al aire libre, participando en la Liga de Fútbol Infantil ACIFO de Luján.
Que les puedo decir? Hay mucho por contar, pero podría escribir por horas y jamás se llegaría a apreciar el encanto que tanto Azcuénaga como Apolo le brindan a uno. De más esta decir que recomiendo este destino al 100% para que comprendan de lo que les hablo y, de paso, también pueden asociarse al club.

Y ahora es momento de agradecer. Como ya les conté antes, las gracias son para Jorge Busca, Facundo Busca y la señora de la Panadería, que me han atendido, ya sea vía facebook o personalmente, de una manera muy agradable y es gracias a ellos que hoy presento este gran post y esta linda camiseta. Que lo disfruten:

Como lo ha sido a lo largo de estos 95 años, la camiseta es tricolor. Los bastones se alternan en azul-rojo divididos por finas lineas en blanco. La camiseta es simple, sin recortes a destacar ni diseño alguno (tengamos en cuenta el año en el que se confeccionó esta prenda). No posee escudo ni logos y solo se limitan a aparecer el sponsor al frente, Seguros Coarasa y el nombre de la institución en lo alto de la espalda. Ambas inscripciones van en blanco y adheridas a la tela.

Lo que recién nombraba, a falta de escudo y/o un branding que haga referencia al club, se estampa el nombre de la institución en la parte alta de la espalda, arriba del dorsal.

Como podemos ver en esta imagen, el paso del tiempo ha dejado su rastro y los estampados se han resquebrajado.

El cuello es clásico, elástico y redondo. Se pinta de blanco y se ha conservado muy bien a pesar de los años.

Para quitarle un poco de simplicidad a la casaca, se aplican unos puños del mismo material y color que el cuello.


A diferencia de la publicidad y el nombre del club, el dorsal es de flock/felpa adherida a la prenda. Esta técnica se aplicaba en casi todas las camisetas de todos los clubes. A día de hoy hay quienes sostienen esta costumbre, por ejemplo, en la Premier League inglesa, donde los números de los jugadores se aplican en esta técnica.


He aquí de lo que hablaba en la imagen anterior. Se aprecia bien esa rugosidad y textura y como fue colocada en la prenda.

Por último, quería que vean la tela con la que fue confeccionada. Lejos de las camisetas de hoy, de poliester, nylon, e infinidad de materiales, esta casaca es de algodón, grueso y para nada elastizado; algo típico de la época en donde las camisetas sino eran de algodón, eran de piqué y alguna que otra, pero ya de marcas de renombre, comenzaban a usar el poliester.




Gran camiseta la que tenemos hoy, un verdadera pieza de colección y de la historia de este club que ya cuenta con 95 vueltas al sol de vida. Se ha conservado muy bien y ya esta en camino a ser encuadrada como corresponde.




Nota: 10/10



Yapa: Imágenes de Azcuénaga y del Club Recreativo Apolo


Cartel de la Estación del Tren. Se encuentra restaurado y muy bien cuidado.


La Estación del tren.






Fachada de la sede del club, ubicada en la esquina de la Avenida Pedro Terrén y El Ombú.


Entrada por calle El Ombú a la colonia del club.


Buffet de club.


La gran pileta anteriormente mencionada.


Fachada de la panadería La Moderna, en frente de la sede.



El afamado horno de mas de un siglo de vida





Avenida Pedro Terrén.



Para saber más

clubrecreativoapolo.com.ar

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